Swift

Australia prohibe el uso de redes sociales a menores de 16 años


 
La prohibición como solución a todo. Prohibimos el uso de celulares en las escuelas (hace pocas horas la Revista Educando para la Cohesión Social publicó un artículo mio sobre esto), prohibimos las redes sociales (ver el caso Australia), prohibimos las fiestas electrónicas (otra noticia del día, en este caso en Córdoba que piensa si hacerlo, googlealo)... No sabemos cómo lidiar con las problemáticas y las prohibimos, como si la prohibición fuera a eliminarlas.
“El castigo no puede ser otra cosa que una forma de autodefensa social, pero en ningún caso un instrumento educativo” dice Foucault (1975, Vigilar y castigar).
Tenemos una fascinación por el control. Intuyo, la mayoría de quienes lean esto han visto el episodio de la serie Black Mirror titulado “Arkangel” (T04E01), donde el control excesivo sobre una niña mediante tecnología termina por alienarla de su madre. La serie critica la obsesión con las soluciones autoritarias que ignoran el desarrollo de una autonomía reflexiva. Es arte, lo sé. Es ficción, ¿es solo ficción?
Como funcionarios; como docentes; como padres... somos incapaces de gestionar la problemática, de educar en pensamiento crítico, en ética, en moral a nuestros hijos y nuestras hijas, que en definitiva será lo único que los mantendrá alerta sobre las malas prácticas, los delitos y los peligros de la Internet. Invoquemos a Kant: “Nada grande ha salido jamás de obedecer órdenes” (Kant, 1784, Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?).
Prohibamos todo, y así lograremos una generación que no se equivoque nunca... simplemente porque no tendrá la oportunidad de hacerlo. ¡Larga vida a la utopía de lo prohibido, donde el pensamiento crítico es innecesario porque todos estaremos perfectamente uniformados!


Lic. Marcelo J. Silvera


Podría ser de interés:

0 comentarios