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Pablo Grillo a punto de tomar la fotografía y recibir el impacto. |
Cada miércoles, en Argentina, jubilados y jubiladas alzan su voz en reclamo de condiciones de vida dignas. Enfrentan, sin embargo, la maquinaria estatal que, lejos de atender sus demandas, responde con una violencia represiva que desafía cualquier principio democrático. Ante esta realidad, las hinchadas de diferentes clubes de fútbol se sumaron a la jornada de protesta, demostrando que la solidaridad popular es más fuerte que la fragmentación impuesta por el poder.
El pasado miércoles 12 de marzo de 2025, una vez más, el operativo represor se activó bajo el pretexto del "Protocolo Antipiquete". Lo que se vivió no fue una dispersión controlada, sino una cacería humana ejecutada por las fuerzas de seguridad. En este contexto, el fotógrafo Pablo Grillo sufrió el impacto directo de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza, lo que le provocó un traumatismo de cráneo grave, fracturas múltiples y pérdida de masa encefálica. El video del ataque deja en evidencia la brutalidad policial: no solo se desproporcionó el uso de la fuerza, sino que se violó cualquier normativa de seguridad, pues este tipo de proyectiles jamás deben dispararse directamente al cuerpo de un civil. El accionar, lejos de ser un exceso aislado, responde a una política de amedrentamiento y disciplinamiento social.
La represión no se limitó a los manifestantes, sino que alcanzó a trabajadores de prensa que registraban los hechos en las inmediaciones del Congreso de la Nación Argentina. Entre ellos, Grillo fue víctima de una represión que tiene como objetivo sembrar el miedo e instalar el terror como norma de control social. Frente a esta atrocidad, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lejos de condenar lo ocurrido, justificó el ataque argumentando que Grillo "es un militante kirchnerista". Con esta afirmación, la funcionaria da un paso más allá en la escalada autoritaria: ya no se trata solo de reprimir, sino de legitimar la violencia estatal bajo criterios de identidad política. Este reconocimiento tácito de la persecución ideológica no puede tomarse a la ligera: en un Estado de derecho, la represión política es la antesala de un régimen totalitario.
Filósofos como Michel Foucault (1975) han advertido sobre la biopolítica y el control del cuerpo social a través de la violencia estatal. En este caso, la represión a los jubilados y manifestantes refleja la aplicación de un mecanismo disciplinario que busca sofocar la disidencia mediante el miedo y la coercitividad punitiva. Walter Benjamin (1940), en su crítica a la violencia del Estado, ya había señalado que el poder instituido no duda en usar la violencia para preservar su propia legitimidad, incluso cuando esto significa traicionar los principios democráticos. La filosofía política nos recuerda que cuando un gobierno recurre a la represión sistemática, estamos ante un síntoma inequívoco de su degeneración autoritaria.
La gravedad del discurso oficial se profundiza cuando Bullrich declara que la manifestación en defensa de los jubilados fue un "intento de golpe de Estado". Con ello, la máxima autoridad de la seguridad en el país define la protesta social como una amenaza al orden, reforzando la lógica del enemigo interno y abonando el terreno para la criminalización de cualquier forma de disidencia. Cuando se declara un enemigo, se declara una guerra. Y en esta guerra desigual, el Estado no duda en emplear todo su arsenal contra quienes se atreven a desafiar su narrativa hegemónica.
La historia nos ha enseñado que el uso de la represión como herramienta de gobierno nunca es una estrategia aislada, sino parte de un proyecto de poder que necesita del miedo y la violencia para sostenerse. No podemos permitir que la normalización de la brutalidad se convierta en el nuevo paradigma de la política argentina. Si el Estado no es capaz de garantizar el derecho a la protesta pacífica, si responde con balas y gases a quienes exigen justicia social, entonces nos enfrentamos a un problema estructural que va más allá de un gobierno: estamos ante una regresión autoritaria que amenaza los cimientos mismos de la democracia.
Referencias
Benjamin, W. (1940). Sobre el concepto de historia. Editorial Itaca.
Foucault, M. (1975). Vigilar y castigar: Nacimiento de la prisión. Siglo XXI Editores.
Página 12. (2024). ¿Qué dice el parte médico sobre la salud del fotógrafo Pablo Grillo?. Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/810425-que-dice-el-parte-medico-sobre-la-salud-del-fotografo-pablo-
Página 12. (2024). Así fue el momento en que el cartucho de gas impactó en la cabeza de Pablo Grillo. Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/810424-asi-fue-el-momento-en-que-el-cartucho-de-gas-impacto-en-la-c
Dailymotion. (2024). Declaraciones de Patricia Bullrich sobre el caso de Pablo Grillo. Disponible en: https://www.dailymotion.com/video/x9g0hz6