¿Ponés en práctica la pa(z)ciencia?

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"La gente cree que la paciencia es pasiva, y no es así. La paciencia es activa. Es fuerza concentrada". Esta definición de paciencia nos dará el pie hoy para reflexionar sobre ella. Para los occidentales, (en realidad, para los europeos y americanos, ya que Africa está en la parte occidental pero tiene filosofías diferentes), la paciencia no es un don; para los orientales, en cambio, es una gran virtud.
Dice Immanuel Kant que "la paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte". 
Paciencia no es sumisión, ni resignación. Se trata de saber esperar, pero también de saber comprender, escuchar, entender a nuestro contorno, dar tiempos, y aceptar los tiempos ajenos. Y qué hago con esos tiempos. Por ejemplo, en mi caso particular no me agradan las esperas, sean en la antesala del médico, en un banco, o en un aeropuerto ¿Qué hacer en esas situaciones? ¿Quejarme del tiempo que pierdo? ¿O vivirlo? Hace tiempo elegí aprovechar los tiempos, siempre tengo a mano (o en el celular) libros y una libreta donde escribo. Lo mismo sería aplicable a una congestión del tránsito, la mala atención en un comercio, o cualquier otra situación que pueda provocar desasosiego. La paciencia no es una reacción que heredamos en el ADN, es una ciencia aprendible, practicable, ejecutable. Se trata de practicar la pa(z)ciencia, la ciencia de la paz (interior), que nos beneficiará principalmente a nosotros, pero también a quienes nos rodean. 
Cuando deseamos que las cosas sucedan ya, no pensamos que la vida está determinada por una serie de ciclos; solo debemos tener paciencia y prepararnos hasta que llegue el momento adecuado. Poner en práctica la pa(z)ciencia como forma de conexión, con nosotros mismos y el contorno.

 Y vos, ¿Ponés en práctica la pa(z)ciencia?

Marcelo J. Silvera


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