¿Tienes sed de conocimientos?

Compartir:

El pedagogo francés Philippe Meirieu autor entre otras cuestiones de lo que denominó Frankestein educador, o el mito de la educación como fabricación, realiza fuertes críticas al sistema educativo tradicional. "No nos podemos contentar con dar de beber a quienes ya tienen sed. También hay que dar sed a quienes no quieren beber", indica, frase que tomaremos hoy para reflexionar.
Ya en una primera lectura podemos inferir que el autor propone despertar la necesidad del aprendizaje en quienes no la llevan como prioritaria. Podría asemejarse esta frase con aquella de enseñar en pescar en lugar de dar pescados para comer a los hambrientos. Y se propone un dilema de la educación, qué hacer con quienes no demuestran interés en el estudio. Meirieu insta a despertar en ellos la sed, sed de conocimientos, sed de sabiduría.
La situación para el pedagogo es:
Frankestein: “Hemos “hecho” un niño y queremos “hacer de él un hombre libre”...¡como si eso fuese tan fácil! Porque, si se le “hace”, no será libre, o al menos no lo será de veras; y, si es libre, escapará inevitablemente a la voluntad y a las veleidades de fabricación de su educador. ¿Se puede educar sin ser un Frankestein? 
Si provocamos la sed, no fue una elección libre, la instalamos. Si no la instalamos, tal vez no sienta sed nunca. ¿Cuál es el límite entre la libertad libre y la libertad provocada? ¿Es posible interceder sin romper la libre decisión? La idea es despertar amor por el conocimiento, y después cada cual elegirá si amar o no, pero sabiendo que existe la posibilidad, tal vez de eso se trata.
En una segunda lectura, podríamos cuestionar ¿Existe una necesidad de aprender? ¿Hay necesidad del saber? ¿Por qué TODOS deberían tener la necesidad del saber? ¿No podría ser libre y feliz alguien sin la necesidad del saber? Y ¿la educación no es adoctrinamiento? Las respuesta, si las hay, se las dejo a sus criterios.
Sostenemos que somos seres lingüisticos, seres comunicacionales y emocionales. Como tales vivimos en sociedades que se comunican y comunican. Estamos situados en la línea del espacio-tiempo correspondiente a la época de las comunicaciones, y todo lo que se comunica es información. Para discernir qué información es útil (¿útil para qué? ¿para quién?), cuál es verdadera (¿existe LA verdad?), y qué objetivos tiene (¿qué hay atrás de la información? ¿qué se busca difundiendo esa información? ¿qué intereses tiene el informante?), necesitamos ciertas habilidades, las que se adquieren "bebiendo" conocimientos. Conocimientos para la libertad. Los médicos indican que el cuerpo necesita 2 litros de agua diarios ¿y la mente cuánto necesitará "beber"?

Y vos, ¿Tienes sed de conocimientos?

Marcelo J. Silvera


No hay comentarios.

Gracias por tu mensaje.