¿Puedes ser objetivo con tus afectos?

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No juzgamos a las personas que amamos
(Jean-Paul Sartre)

Convengamos que las interpretaciones son tan personales como los pensamientos. Si recorremos la Internet y buscamos esta frase de Jean-Paul Sartre encontraremos decenas de interpretaciones sobre ella, dependerá también del contexto en que se aplique y, por supuesto, de la cultura de quien la explique.
Este escritor y filósofo francés, fundamental en el Mayo Francés de 1968, abordó al ser humano desde la perspectiva de Martin Heidegger, de quien fue discípulo. En sus escritos Sartre considera que el ser humano está "condenado a ser libre", es decir, puesto en acción y plenamente responsable de su vida, sin excusas. Aunque admite algún condicionamiento (cultural, por ejemplo), no admite determinismos. Concebir la existencia humana como existencia consciente. El ser del hombre se distingue del ser de la cosa porque es consciente. La existencia humana es un fenómeno subjetivo, en el sentido de que es la conciencia del mundo y la autoconciencia (de ahí lo subjetivo). En este punto, él difiere de Heidegger, quien deja la conciencia fuera de juego.
Cuando estamos enamorados, no vemos los defectos de la persona que amamos. El amor nos ciega y nos volvemos vulnerables y débiles. Afortunadamente, con el tiempo podemos darnos cuenta de que esto está sucediendo. Sartre pone en evidencia una de las conductas humanas más nobles: el amor; pero también cierta "inconsciencia" que nos invade en ese estado, e imposibilita el pensamiento claro.
Por supuesto que no diré que el amor es malo, ni que esa situación nos hace menos razonales, abogo por el amor y sus etcéteras. Pero es fundamental saber que esto sucede.
La Ontología del Lenguaje, y Rafael Echeverría, sostienen que los seres humanos emitimos juicios permanentemente y lo hacemos sobre prácticamente todo lo que observamos. Los juicios son procesos de pensamiento, son como veredictos que hacemos en un momento dado sobre las personas, las cosas, las situaciones, etc. Como tales, muchas veces terminan formando creencias, y estas a su vez pueden originar juicios. Además, se manifiestan en determinadas declaraciones e influyen en nuestro propio comportamiento o en el de los demás. 
La frase de Sarte podría demostrar que toda regla tiene su excepción. Una vez más el amor rompe con las reglas, o es la excepción. Emitimos juicios sobre casi todo... menos sobre quienes amamos; el sentimiento influye en la razón impidiendo una mirada total y reflexiva (crítica), desestima la objetividad.

Y vos, ¿Puedes ser objetivo con tus afectos?

Marcelo J. Silvera


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