¿Cuántas limitaciones tienes por tu lenguaje?

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Todos comunicamos, la comunicación atraviesa nuestras vidas y es fundamental para convivir en este mundo social. Comunicamos de diversas maneras, pero principalmente en el lenguaje. Dice Ludwig Wittgenstein que "la filosofía es una lucha contra el hechizo de nuestra inteligencia por el lenguaje". El lenguaje aprendido, la forma de utilización del lenguaje, los conceptos de cada palabra limitan nuestros pensamientos y nuestra inteligencia. No hay palabras buenas y palabras malas; la intervención de Roberto Fontanarrosa en el III Congreso Internacional de la Lengua Española (2004) es mucho más que un acto gracioso, el Negro cuestionó: "¿por qué son malas palabras? ¿Le pegan a las otras palabras? ¿Son de mala calidad, y cuando uno las pronuncia se deterioran? ¿Quién las define como malas palabras?", las enjuiciamos en malas palabras porque así lo manda nuestra cultura, nuestra concepción social del lenguaje. ¿Por qué para los españoles coger no es mala palabra? Porque significa tomar, agarrar, y no es un sinónimo vulgar de fornicar. Entonces no es la palabra la culpable.
Wittgenstein sostiene que si el lenguaje puede figurar la realidad es porque ambos pueden compartir la misma forma lógica. El concepto de proposición como figura lógica de la realidad implica tres elementos: a) el mundo (los hechos) como aspecto objetivo de la realidad figurativa, b) el lenguaje (las proposiciones) como su aspecto subjetivo y c) la forma lógica que media entre los dos.
El lenguaje está cargado de interpretaciones, y por lo tanto de juicios. De la misma forma en que convertimos a las palabras en sujetos a los cuales es posible aplicarles la cualidad moral de la maldad, así también usamos el lenguaje. La filosofía del lenguaje plantea que cuando hablamos no solamente describimos una realidad existente; también actuamos, generamos realidad, somos parte de esa realidad. 
Pensar al lenguaje como pasivo, es mantenerse en la vieja concepción lingüística (viejo en siglos, no semanas). El lenguaje es activo, generativo, provocador, impulsor, creador. El lenguaje limita, nos limita. Nuestros pensamientos nos limitan. Romper el hechizo, es la tarea.

Y vos, ¿Cuántas limitaciones tienes por tu lenguaje?

Marcelo J. Silvera


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