Día Mundial de la Filosofía

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Desde 2002, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dedica cada tercer jueves de noviembre para celebrar el Día Mundial de la Filosofía, disciplina que considera un estímulo para “el pensamiento crítico e independiente” y por lo tanto conducente a un “mejor entendimiento del mundo”, elemento clave para promover “la paz y la tolerancia”.
El docente y filósofo español Juan Antonio Mateo Pérez cataloga a la filosofía de "saber muy necesario en estos tiempos convulsos, sobre todo para los más jóvenes. Es necesario estimular el pensamiento crítico e independiente y poder trabajar en aras de un mejor entendimiento del mundo, promoviendo la paz y la tolerancia. La filosofía es fundamental para construir un mundo más habitable, más libre, más justo". Quisiera quedarme allí, en la fundamentalidad de la filosofía para la construcción de un mundo más libre y justo.
¿Qué es la filosofía? Cuando nos realizamos una pregunta de este tipo, ya estamos tomando postura sobre una respuesta, consciente o inconscientemente, porque preguntar qué es deriva en una respuesta que será "la filosofía es", ES, le damos entidad. La filosofía es "la ciencia que estudia todas las cosas desde sus primeros principios o causas últimas". Es la pregunta sobre la pregunta.
Según Karl Jaspers, los tres orígenes anímicos de la filosofía son: el asombro, la duda, y las situaciones límites. Según las etapas de la vida, fui atravesando cada origen anímico, pero en la actualidad podría sostener que me identifica la duda; la duda desde las propias respuestas dadas a las preguntas filosóficas, y de las encontradas, de lo construido, de lo observado (y de si esa observación es real o una construcción –propia o del sistema-), una duda metódica, casi como un certeza de que dudar es el camino para encontrar respuestas aún no halladas.
La filosofía, que literalmente significa “amor por la sabiduría”, refiere al “conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano”, según la Real Academia Española. El objetivo de la filosofía es preguntarse por todo: la naturaleza, el sentido y el modo de ser de temas como el conocimiento, la moral, el lenguaje, la belleza y el ser humano en sí, entre otras cuestiones. Es un amor por la sabiduría sabiendo que tal sabiduría nunca será alcanzada, porque en un mundo en constante expansión el saber también se expande y se torna inalcanzable, un horizonte que se corre más adelante cada vez que avanzamos hacia él.
En el Día Mundial de la Filosofía, traigo nuevamente un pasaje del libro "¿Para qué sirve la filosofía?" de Darío Sztajnszrajber: "El amor al saber es un amor por el saber en general, es la idea misma de querer saber por el hecho mismo de saber en sí" (Sztajnszrajber, 2014). Saber por el placer de saber, o de saberse más sabio tal vez. Buscar el saber por el placer de saber en sí mismo, aunque muchos saberes no nos darán placer, muchos saberes son angustiantes... pero la filosofía también es eso, angustia.
Y saber no es acumular datos, fechas, nombres, nombres de ríos, ubicaciones, capitales, fechas de batallas... saber, es contar con los elementos necesarios para cuestionar los saberes, o mejor dicho los saberes adquiridos, esos que heredamos, que nos impusieron en el hogar, la escuela, la iglesia, la política, el Estado. Saber para dudar el saber, o saber dudar. Dudar también es una manera de construir un mundo más habitable, más libre y más justo.

Marcelo J. Silvera


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